Vodafone compra Airtouch

Las dos semanas de intensa puja por Airtouch concluyeron en la madrugada de ayer.

La compañía británica Vodafone, presidida por Chris Gent, se quedó al final con la empresa de telefonía estadounidense por 56.000 millones de dólares (8,04 billones de pesetas), creando de esta forma la mayor compañía de comunicaciones celulares del mundo. Vodafone-Airtouch es el nombre de la nueva empresa que prestará servicio de telefonía móvil a millones de clientes en 23 países del planeta.

El acuerdo fue anunciado apenas horas después de que Bell Atlantic, uno de los grandes operadores de telefonía local de EEUU, retirase su oferta de 45.000 millones de dólares (6,48 billones de pesetas) presentada el día anterior.

Esta fusión intercontinental abre las puertas a Vodafone a un mercado potencial en EEUU valorado en más de 30.000 millones de dólares anuales (4,32 billones de pesetas). Vodafone, que cuenta con cerca de 10 millones de clientes en Europa (cinco de ellos en el Reino Unido) incorpora ahora los 16 millones de clientes de Airtouch. Además de la enorme capacidad de crecimiento en EEUU, la fusión convierte a Vodafone en una de las empresas más competitivas en telefonía celular del Viejo Continente.

Las inversiones de ambas en Europa resultan complementarias ya que únicamente competían en el mercado alemán. El desenlace de esta quincena de intensa lucha, en la que también ha intervenido la gigante MCI WorldCom (socios estadounidenses de Telefónica de España) ha desafiado los pronósticos de los analistas del sector, que veían más lógica la alianza con Bell Atlantic. Esta empresa, que domina la telefonía fija en la Costa Este del país, se ha embarcado en una amplia expansión entre la que figura la compra de la empresa de telefonía de larga distancia GTE, que todavía esta pendiente de aprobación.

Sin embargo, Bell Atlantic -como otras empresas telefónicas locales- aún no ha logrado entrar con éxito en el mercado de telefonía móvil, donde ATT, Airtouch y Sprint arrasan en estos momentos, con tarifas competitivas y gracias a un sistema digital completamente nacional, algo innovador en este país.

Por ello, Airtouch representaba claramente la estrategia que Bell Atlantic no había llegado a cristalizar. En cuatro años de existencia, Airtouch ha pasado de apenas 100.000 usuarios localizados en California a unos 16 millones, ubicados tanto dentro como fuera del país. En EEUU, gracias a una serie de adquisiciones llevadas a cabo durante estos años, Airtouch se ha impuesto como el segundo operador de telefonía en 43 de los 50 primeros mercados urbanos.

Sus intereses en el extranjero comenzaron a materializarse a finales de la década de los 80, cuando aún era tan sólo una división del grupo Pacific Telesis, cuando saltó a Asia (Tailandia y Japón) y a Alemania. El impresionante crecimiento de Airtouch, la transformó en una de las compañías favoritas de los analistas bursátiles, y en 12 meses sus acciones se han revalorizado en más de un 70%. La entrada por Vodafone en el mercado sigue la senda de la nueva oleada de adquisiciones americanas por parte de empresas europeas, como Bankers Trust por Deutsche Bank o Chrysler por parte de Daimler-Benz.

La fortaleza de los títulos de Vodafone, tanto en Londres como en Nueva York, ha permitido llevar a cabo la compra con facilidad en una operación de intercambio accionarial. Vodafone -que cotiza en EEUU a través de certificados de depósito- pagará 97 dólares por cada título de Airtouch, lo que representa una prima del 16% respecto a la cotización esta compañía al cierre de los mercados del pasado viernes.

El cambio de propiedad de Airtouch podría repercutir en el sector de las telecomunicaciones españolas. La compañía estadounidense es la más importante accionista de Airtel, en la que cuenta con una participación del 21,70%.

Aunque en un comienzo Airtouch se limitó a representar el papel de espectador en la segunda compañía española de telefonía móvil, desde hace algún tiempo se está mostrando mucho más activa. Su interés por tomar las riendas de la gestión de la empresa que preside Juan Abelló va en aumento. Los nuevos patrones de Airtouch podrían dar un giro de timón en la compañía española, aunque no se espera que se desprendan de su paquete. «Vodafone casa bien con Airtouch. La política que seguirá en Airtel presumo que será continuista. Sin embargo, es más que posible que se produzca la salida de algunos ejecutivos españoles de la compañía», señala una fuente próxima a Airtel.

Lo cierto es que el accionariado de Airtel no es compacto.

Existen distintos grupos con intereses muy dispares. Airtouch está de parte de British Telecom (BT), que cuenta con un 17,81%. El problema que surge es que Vodafone, que ha comprado Airtouch, es el rival más importante de BT en el Reino Unido, lo que complica aún más la situación. Al otro lado se encuentra el bloque eléctrico -en el que Endesa y Unión Fenosa juntan a partes iguales el 16,28%-. Sin embargo, estas dos últimas compañías han manifestado su interés de abandonar Airtel para centrar sus esfuerzos en Retevisión.

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