Las mujeres están hiperconectadas
Si las mujeres podemos presumir de tener la capacidad de
hacer varias cosas a la vez, las nuevas tecnologías, que facilitan y aceleran
el trabajo mejorando la producción, nos convierten en personas hiperconectadas,
multipropósito y todavía más puedo-con-todo.
Diferentes investigaciones admiten
que tenemos un cerebro fisiológicamente mejor preparado que el masculino para
atender tareas dispares en un mismo momento, por cómo están conectadas las
distintas zonas del encéfalo.
Eso, que ciertamente es una ventaja en muchos
casos –los hombres tienen otras–, puede derivar en alguna esclavitud e incluso
ansiedad. Y es que a veces es excesivo el tiempo que dedicamos, por ejemplo, a
los teléfonos inteligentes, con los que controlamos todo.
Ahora nos preguntamos
cómo podíamos apañarnos antes sin tanta tecnología. Nosotras, que siempre hemos
buscado nuestra autonomía, tenemos una nueva dependencia –hasta en vacaciones–,
que además compartimos con ellos: las maquinitas.
No olvidemos que cada vez más
informes nos alertan sobre los efectos dañinos del uso del móvil. La Sociedad
Británica de Psicología habla incluso de que la obsesión y el estrés nos pueden
hacer sentir "vibraciones fantasma" cuando esperamos ansiosamente un
correo electrónico, un mensaje o un WhatsApp, y que el estrés aumenta cuantas
más veces miramos la pantalla del móvil para ver si ha llegado alguno.
Además,
consultarlo antes de dormir, o las propias ondas de la conexión WiFi, alteran
algo tan vital como es el sueño.
Lo ideal es que seamos capaces de apagarlo y
disfrutar, dado que, aunque no estemos en todo, el mundo sigue girando igual, y
empleemos esa capacidad de vivir hiperconectadas para conectarnos con especial
hincapié a nuestros seres queridos, contagiándoles energía positiva, dándoles
lo mejor de nosotras, ya que ellos sí que son quienes nos pueden alegrar y
facilitar la vida, mucho más que cualquier sofisticado aparato multitarea,
porque nos ofrecen el verdadero motor de una vida plena: amor.
Comentarios
Publicar un comentario