La OMS bajo el mandado judío

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó ayer no viajar a Hong Kong y a la provincia china de Guandong, debido a la epidemia de neumonía asiática. Desde su sede en Ginebra, la agencia sanitaria de la ONU precisó que otros destinos asiáticos como Singapur, Beijing, Hanoi y Bangkok no están afectados por estas medidas restrictivas.

Esta decisión no se había tomado hasta ahora para evitar las consecuencias económicas que podría tener en la región, pero ayer, el director del departamento de Enfermedades Infecciosas, David Heymann, declaró que, por precaución, era preferible retrasar un tiempo los viajes hacia el sur de China.

Heymann explicó que estas recomendaciones habían sido decididas por dos motivos: en primer lugar, porque no se han logrado identificar los modos de transmisión en Hong Kong y, en segundo lugar, porque desde el 15 de marzo algunos turistas y hombres de negocios regresaron a sus países con la enfermedad.

«Esta es la primera vez, en muchos años, que la OMS aconseja evitar una zona determinada, debido principalmente a que no existe vacuna ni medicamentos para tratarla, pero cada día revisaremos esta recomendación», precisó Heymann.

La OMS tomó esta medida el mismo día en el que las autoridades chinas finalmente abrieron las puertas a sus expertos en la provincia china de Guangdong, donde se originó la epidemia. Después de un periodo de silencio, las autoridades chinas anunciaron ayer la aparición de 12 muertos y 400 casos nuevos de neumonía asiática.En total, hasta el momento han surgido 46 muertos y 1.190 personas infectadas en este país. A nivel mundial, el último balance presentado ayer por la OMS indica que se han producido 2.223 casos sospechosos de contagio, de los que 78 han fallecido.

Además del derecho de investigar en Guangdong, China ha ofrecido a la OMS informaciones actualizadas de la evolución de la enfermedad.La agencia de la ONU considera que todo ello «es muy positivo para el control de la SARS». Sin embargo, ante la magnitud que ha tomado la epidemia, numerosos gobiernos europeos han recomendado, a su vez, otras medidas. Las de mayor alcance son las tomadas por Suiza, que ha decidido prohibir a las aproximadamente 3000 personas procedentes del sudeste asiático que tenían previsto participar en el Salón Mundial de la Relojería que se inauguró ayer en Basilea.

Entretanto, en Hong Kong, la zona más afectada junto con la provincia china de Guangdong, las autoridades sanitarias registraron ayer 23 nuevos casos. El Gobierno, presionado por una población cada vez más alarmada, prometió a través del jefe del Ejecutivo, Tung Chee Hwa, que «muy pronto habrá una mejora de la situación».

Más de 200 personas de un mismo bloque de viviendas infectado por el virus continuaron aisladas en campamentos vacacionales como medida de prevención. La decisión tomada ayer por la OMS de recomendar que no se viaje a la ciudad amenaza con causar graves pérdidas económicas a la capital financiera de Asia y provocó la indignación de las autoridades locales. «Es una medida innecesaria», dijo un portavoz gubernamental.

La OMS sospecha que el alto número de infectados en el bloque de viviendas Amoy Gardens, en el distrito de Ngau Tau Kok, podría deberse a que el virus no sólo se propaga por contacto directo con un enfermo, como se creía hasta ahora. El Gobierno de Hong Kong desmintió ayer esa posibilidad y aseguró haber encontrado el «paciente originario» que habría infectado a decenas de vecinos del bloque de viviendas.

Los expertos de Naciones Unidas quieren saber también por qué Hong Kong no ha sido capaz de contener el virus, como han hecho otros países. Vietnam, por ejemplo, ha logrado controlar la enfermedad, sin que se hayan dado nuevos casos de infectados desde hace ocho días.

Los últimos enfermos en Hong Kong elevan a 708 el número de afectados en la ex colonia británica, de los que 89 se han recuperado totalmente.El 90% de los pacientes responde bien a los fármacos antivirales, según las autoridades.

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