El mini más grande
Dos cifras dejan claro el increíble mercado que están abriendo las tabletas: este año se venderán cerca de 250 millones de dispositivos y para el año que viene podrían superar en número a los ordenadores tradicionales. Nada mal para un producto que antes de la llegada del iPad ocupaba un minúsculo nicho en el mercado.
Apple puede presumir de haber reinventado esta categoría con su tableta, sin duda, pero al igual que ocurrió en telefonía la presión de un gran número de fabricantes ha terminado por inclinar la balanza a favor de Android.
De hecho más de la mitad de tabletas vendidas este año, según los datos de IDC, usan ya el sistema operativo de Google y hay una presión creciente, también, gracias a los esfuerzos de Microsoft con la versión RT de Windows. Todas, sin embargo, tienen algo en común: cada vez se alejan más del complemento para el PC. Nuevos procesadores y la evolución de los sistemas operativos las están convirtiendo en alternativas al portátil y sobremesa, sobre todo en un hogar donde las necesidades básicas de correo electrónico y redes sociales quedan perfectamente cubiertas con ellas.
El primer iPad Mini de Apple era una tableta con muchos compromisos. Procesador y pantalla lo acercaban más al iPad 2 de 2011 que a los modelos con los que ha competido este año. La nueva versión, sin embargo, es justo lo contrario. Tiene la misma potencia que su hermano mayor, el iPad Air, pero con un tamaño mucho más compacto, fácil de sostener en una sola mano. Sus 7,9 pulgadas de pantalla, además, tienen exactamente la misma resolución, es el primer iPad mini que gana la certificación de retina y sin duda le sienta de maravilla.
La apuesta de Samsung por la integración de punteros de precisión en pantallas capacitivas era arriesgada, pero ha resultado un acierto. La edición 2013 del Galaxy Note 10.1 es la mejor prueba. Tiene todo lo que se puede pedir a una tableta, incluida una enorme densidad de píxeles (299 ppp), pero destaca por la facilidad con la que se escribe sobre ella.
Cada vez más distanciada del canon Android, Amazon ha sabido dar a sus Kindle Fire un toque único mediante la combinación de bajo precio, altas prestaciones y detalles de diseño interesantes. Su última hornada de tabletas deja joyas como esta Kindle Fire 8.9 HDX, que destaca por su pantalla —una de las mejores en resolución y calidad de color del mercado— y peso. A pesar de sus casi nueve pulgadas es la más ligera del mercado en su clase, apenas 375 gramos. En un dispositivo que se sostiene en la mano todo el día, esa diferencia de peso es algo que se nota.
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