Las quejas por telefonía móvil arrasan y se reducen al mínimo por vivienda
Los vallisoletanos presentaron en 2012 menos quejas por problemas derivados de sus compras y hábitos de consumo, pero arrasaron las relacionadas con la telefonía móvil. Por el contrario, las reclamaciones en el sector de la vivienda, a la cabeza durante años en la estadística, han pasado ahora a los últimos lugares, otra consecuencia del hundimiento experimentado en el mercado inmobiliario en los últimos tiempos.
El balance de la Oficina Municipal del Consumidor, la OMIC, correspondiente al pasado año refleja el malestar de los vallisoletanos con las operadoras de telefonía móvil. Las quejas por problemas relacionados con los contratos y los cambios de operador son el pan de cada día en la oficina de la OMIC, ubicada en el mercado del Campillo.
Casi la mitad de las 4.698 reclamaciones presentadas el pasado año, el 47% en concreto, lo fueron contra empresas de telefonía, también fija aunque de forma mayoritaria eran operadoras de teléfonos móviles. Representan un 7% más que las presentadas en 2011 y todo indica que el problema va a más como consecuencia de la guerra entre las operadoras para arrebatarse a los clientes.
En conjunto, el pasado año hubo una caída tanto en las quejas (30.993 frente a 33.297 de 2011) como en las reclamaciones derivadas de ellas (4.698 frente a 4.830) ,una circunstancia que se considera coyuntural, aunque una de las claves está en el espectacular descenso de las demandas por vivienda. De ser la principal causa de reclamación, el pasado año apenas supuso el 4% de todas las presentadas. La inclusión de cláusulas abusivas en los contratos de venta, el retraso en la entrega de la vivienda, las deficiencias en la construcción o el incumplimiento en las calidades acordadas son las más frecuentes.
Reclamaciones, como se ve, muy similares a las que inundaban las oficinas del consumidor cuando estaba en pleno auge el boom de la construcción.
Por encima de la vivienda, aunque muy lejos de la telefonía, las compañías de seguros y las entidades financieras ocupan el segundo lugar como blanco de las reclamaciones de los vallisoletanos.
En ambos casos suponen el 7% de las denuncias tramitadas, muchas de ellas por presunto incumplimiento del contrato o, en el caso de las entidades bancarias, por entender el usuario que no se le informó adecuadamente o por cláusulas abusivas. Otro 7% de las reclamaciones fueron contra empresas eléctricas, un 5% por problemas relacionados con el suministro de gas y en una posición intermedia en cuanto número de quejas están las agencias de viajes, tiendas de muebles y los trabajos a domicilio. La hostelería, compra de automóviles y electrodomésticos están a la cola, entre otras razones por el parón en el consumo.
Los usuarios entre 35 y 50 años acaparan el 80% de las reclamaciones, entre 20 y 30 años el 15% y los más mayores, con edades entre 55 y 65 años, son los que menos reclaman, con apenas el 5% del total.
De las 4.698 presentadas, 3.280, el 70%, según los datos de la OMIC, se resolvieron de forma favorable al reclamante.
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