Viva las Vegas y el juego

El momento más dulce de la vida de García-Pelayo como jugador tuvo lugar en el verano de 1992: "Ganamos 70 millones de pesetas", recuerda. Su sistema permitía predecir los resultados de la ruleta basándose en las imperfecciones de su construcción. A medida que les iban descubriendo, les iban vetando y probaban en otro casino.

Junto a su equipo y a su familia comenzó a recorrer las ruletas de todo el mundo y acabó ganando, según sus propias palabras, "250 millones de pesetas". Claro que no todo fueron alegrías: una noche de mala racha perdió 10 millones de la antigua moneda en Madrid y en otra ocasión sufrió un principio de infarto en Las Vegas.

Tras abandonar la ruleta, ahora se dedica casi exclusivamente al póquer, a las apuestas de caballos y a las deportivas. Y está acabando de perfilar "un sistema potentísimo para estas especialidades", avisa. Para ello trabaja junto a un equipo de ingenieros e informáticos y su hijo Óscar, jugador de póquer profesional y profesor en la escuela de póquer Los Pelayos.

Imposible saber si algún día los casinos madrileños cambiarán sus preferencias, pero de momento, Las Vegas es, junto a Cádiz, la ciudad preferida de este jugador profesional. García-Pelayo, que ha visitado una decena de veces la capital del estado de Nevada, retrata una Sin City con menos pecado y más ambiente familiar de lo que el común de los mortales suele imaginar: "Allí ves sobre todo familias, hay muchos matrimonios con hijos, pues hay todo tipo de atracciones".

Casi 39 millones de personas visitaron Las Vegas en el último año y por sus calles pululan diariamente casi tantos turistas como habitantes, unos 583.000. "Las Vegas se ha convertido en la competencia de Orlando como destino vacacional de primer orden para los estadounidenses. El visitante tipo es de clase media o media-baja. Es un lugar muy liberal, donde nadie te pide el carné", resume. ¿Será este el destino que aguarda a Madrid?

"En Las Vegas todo es mucho más barato que aquí. Es actividad, arte, color... Y así me imagino su réplica en Alcorcón", dice. También elogia el experto las facilidades que la ciudad estadounidense pone al consumo: "Poder entrar en una tienda de música a las cinco de la madrugada, salir de ella con la bolsa llena de discos e irte a escucharlos es una gozada", rememora. Donde algunos aprecian arquitectura kitsch, él percibe modernidad. "Quien considere que Las Vegas es hortera también pensará que Eurovegas lo va a ser, pues tendrá el mismo estilo. Pero yo tengo amigos arquitectos, como Cruz y Ortiz, que firmaron la estación de Santa Justa de Sevilla, que consideran que tiene un gran valor artístico. Sinceramente, me parece que son críticas de nuevo rico cultural", concluye.

Por todo lo anterior, García-Pelayo se siente más que contento por el hecho de que Eurovegas se establezca en nuestro país: "Lo considero una buena noticia desde el punto de vista personal y como español. A nivel personal, porque para ir a Las Vegas tengo que coger dos aviones e invertir 24 horas, y ahora tendré el paraíso a 10 kilómetros de casa". Y como español, continúa, porque "uno no puede no congratularse de un proyecto que dinamizará la provincia".

Los nuevos Casino Gran Madrid y Gran Casino de Aranjuez también prometen tirar la casa por la ventana. Mientras que el primero ocupará un local comercial de varios niveles de más de 3.000 metros cuadrados, el segundo estaría situado la actual sede del Área de Empleo del Ayuntamiento de Madrid en la Gran Vía. El nombre de García de Vinuesa, que ha firmado obras como el Hotel Mirasierra Suites, suena entre los candidatos a realizar uno de los proyectos. El ya mencionado Jerónimo Sáiz reconoce que "en el contexto de la crisis económica no parece lógico despreciar la oportunidad que un sector asociado al ocio y al turismo, que puede ser muy apropiado para una economía con gran peso en el sector servicios. Esto exige una regulación fuerte que evite otros abusos y contemple los posibles daños que se puedan causar".

Según declaró Sheldon Adelson, el rey de los casinos estadounidense detrás de Eurovegas, en su visita a España en octubre pasado, la financiación para la primera fase ya está asegurada: entre un 25 y un 35% del dinero provendría de su propio bolsillo y el resto, de fondos de entidades financieras. A día de hoy la procedencia exacta se desconoce. En cuanto a las mafias, Gonzalo García-Pelayo no sabe de la existencia de ellas en los casinos españoles y de los prestamistas se diría que, como las meigas, haberlos, haylos, "pero no te parten las piernas si hay problemas. Es, al menos, como yo he vivido las cosas. El juego no tiene porqué fomentar ni las mafias ni la prostitución ni la ludopatía". Una opinión que a buen seguro haría arquear las cejas al psiquiatra Blas Bombín: "Delincuencia, engaños, problemas a nivel familiar, y una merma de las condiciones de habitabilidad" son fenómenos que el director de las asociaciones Cetras y Ajupareva relaciona directamente con el desarrollo de los grandes salones del juego.

Para García-Pelayo, la inteligencia y la madurez de una sociedad respecto al juego son las claves para combatir estos males, no la censura. "Mis cinco hijos, han jugado desde pequeños y no tienen ningún problema de este tipo", informa. Su caso representa, sin embargo, una excepción. Ganar en los juegos de azar no es lo habitual, como el mismo patriarca reconoce. "En la ruleta se pierde un 2,7%. Pongamos que alguien se juega 1.000 euros en cuatro fines de semana. La expectativa sería de perder 27 euros cada día. Hay que ver si uno se los puede gastar", concluye. Es el racional cálculo de un enólogo del juego capaz de aplacar con las matemáticas los efluvios del azar.

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